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Iniciado por _Nela_
Eso es, yo en el embarazo y en el post parto y meses siguientes mientras estaba de permiso me empapé de todo lo relacionado con la crianza respetuosa y con apego. Y ahora que puedo poner en práctica muchas cosas me veo desbordada. Por ejemplo, con el no decirles no, o no gritarles, pero es que a veces pierdo los nervios y no lo puedo evitar. Luego me siento fatal y así voy. Uno de mis hijos no quiere comer y yo antes de empezar a darles alimentación complementaria me prometí que no sería de las típicas que dan el móvil para entretenerlo y que así coma. Me tuve que comer mis palabras y con muchas cosas más. El caso es que me pasa con multitud de aspectos de su crianza que creo que no doy la talla que no estoy haciéndolo como yo imaginaba porque el cansancio y el estrés me pueden. Ya sé que no debería exigirme tanto pero es que me estoy decepcionando a mí misma y creo que a mis hijos también. En fin es difícil quitarme tales pensamientos de mi mente.
Para mí fue peor la vuelta al trabajo porque ya sí que, a partir de ahí, casi no tuve tiempo para mí. Y tampoco tengo tiempo de prepararme mi trabajo en casa, solo por la noche y por la noche de verdad que no soy capaz de rendir. Por ello me he sentido tan mal en el trabajo este curso también (soy maestra). Es como que no llego a nada, ni al trabajo, ni a hacer cosas chulas con los niños, ni a tener la casa bien del todo... Como dice una bloguera que sigo, la mayoría del tiempo sobrevivimos al día a día y a la rutina.
Lo que dices de que los niños nos necesitan felices no hago más que repetírmelo, que tengo que estar bien para estar bien con ellos. Por ello me jode tanto estar así y más en vacaciones que es cuando más deberíamos disfrutar. En fin, supongo que es que están en una etapa muy absorbente, y no puedo quitarles ni un ojo y eso acaba desgastando.
Gracias por los ánimos!!
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Yo también me leí todos los blogs de crianza con apego y la vida maravillosa de la madre perfecta... Hasta compre pañales de tela!! Mi madre me miraba con una cara... jajajaja (están todos sin estrenar, yo cuando vi aquello dije, ya lo que me faltaba... jajajaja)
Cada niño es un mundo y nos tenemos que adaptar a ellos. La maternidad perfecta no existe. Y con dos y siendo maestra, bastante estás haciendo.
Yo también jure que no le iba a poner la tele a mi hijo y pero llegó un momento en que era la única manera de yo poder hacer algo! Así que desayuna con Pocoyó todos los días, porque estando sola en casa tú me dirás si no como lo hago... No será el más listo de la tierra, pero conseguimos salir de casa sin broncas, que para mí es más importante
Y así con todo. Está bien ser conscientes de los riesgos, y está bien querer hacer las cosas de una determinada manera, pero no siempre es posible... (esta misma mañana le he prometido que le daban una galleta en la guarde para que bajase allí a desayunar, jajaja y yo jamás le.doy galletas ni golosinas ni nada de eso, pero hay veces que es lo que hay)
La crianza respetuosa está muy bien, pero a veces es incompatible con nuestra vida. Hay una página en inglés que me gusta mucho y me ha ayudado (auqnud con dos supongo que la paciencia se irá volando según llegue...) se llama Laura Markham y da consejos bastante interesantes que igual te puedes ayudar (si encuentras tiempo para leer, claro)
Tendrás que saber dónde está tu límite y hacer con lo demás lo que puedas. Con dos de 18 meses solo te queda sobrevivir... Échale humor, porque si no te vas a volver loca. Y encasquetaselos a abuelos, tíos, primos y lo que tengas a mano y saca tiempo para desconectar, que lo necesitas.
Ánimo, que no es fácil, lo estás haciendo genial y sobreviviras porque no te queda otra! Según se hagan mayores es algo más fácil, de verdad!
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