Cita:
Iniciado por Desperada22
Me sorprende la similitud de nuestros casos. Aunque supongo que las rupturas son más o menos las mismas para todos. Yo también pasé exactamente dos semanas soñando con él noche tras noche. Y sí, yo soñaba cosas bonitas, que por la mañana me rompían el alma. Soñaba que me decía "es una broma, mira la cámara" prácticamente. Así que supongo que mi subconsciente me decía a mí "quiero que vuelvas y que todo esto sea mentira". Cuando hablé con él, dejé de soñar. Desapareció. Hasta ayer por la noche, dejándome con una mala leche durante todo el día que aquí me veis. Cuantas ganas tengo de que todo esto termine ya...
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Seguramente nuestros sentimientos son muy parecidos al haber dado tanto de nosotras. Es tanto lo que depositamos emocionalmente, que estar con ellos es estar en lo más alto, y que te dejen es como si te hubieran ellos mismos empujado por un acantilado. El golpe es fuerte, y la recuperación lenta porque la dependencia era mucha. Ojo, no me refiero a dependencia en el plan de no tener vida, proyectos y amigos propios; sino a nivel emocional. Son muchas las energías mentales puestas en la relación: que vaya todo bien, que estemos a gusto, que él se encuentre bien en la relación, que no pase otra vez que me quiera dejar, etc etc.
Por otra parte, si lo piensas, es bonito y bueno que seas capaz de amar incondicionalmente (seamos). Pero en las próximas veces, quizás ser un poquito más "prudentes" con nosotras mismas y tener algo más de amor propio durante la relación y fuera de ella. En tu caso, con tantas dudas que él ya había tenido, haberle dicho "no" antes. En el mío, no tolerarle tratarme como me trató los últimos días, en los que no pude rebajarme más a mí misma.
Lo mío también fue un caso de dudas, dudas y más dudas. Luego, medio lloriqueando por Skype, que me echaba de menos; luego, en nuestra conversación famosa, gritándome. En definitiva, personas que no saben lo que quieren. Tú sí sabías lo que querías en todo momento; él parecía estar dando tumbos.
Lo que a lo mejor te duele también es que, si te dejó 3 veces y volvió 3 veces, ¿qué pasa ahora, que no vuelve? Pues mira, a lo mejor no quiere marear más la perdiz o no sabe qué quiere en su vida, pero lo que está claro es que se está comiendo el coco muchísimo menos que tú seguro. Así que haz lo mismo, aunque cueste un huevo. La manera de hacerlo es... Poniéndose límites a una misma cuando vengan pensamientos "paranoya" y buscando distracciones e ilusiones propias.