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Hola amiga.
¿No has hecho alguna terapia?. Porque en el punto en el que estás, en que ya no avanzas por ti misma ni mejoras, quizás te vendría bien un espacio de desahogo en el que puedas recibir ayuda externa.
Creo que has recibido una herida a tu ego y autoestima muy grandes, porque no sólo es el engaño, que es un golpe tremendo, sino todo el desamor y el ninguneo que ha venido después, donde tu marido no ha movido un dedo por recuperar lo vuestro y ha demostrado asimismo que poco o nada te valora a ti o a tus sentimientos. Y esa no es una carencia tuya, sino una incapacidad suya. Por más que te operes y te conviertas en el mayor pibón del universo, no va a amarte, ni a valorarte. No cometas el error de creer que por ser más llamativa físicamente te van a querer más. No tiene nada que ver. Hay mujeres muy bellas muy mal queridas y mujeres poco agraciadas que son valoradas y amadas por sus parejas.
Y por otra parte, dar celos, intentar seducir sexualmente, etc...no es intentar reconstruir un matrimonio de 22 años. Es actuar como una adolescente, utilizando tácticas infantiles que de nada sirven en personas adultas con problemas adultos. Por ello y por todo, te re-recomiendo la terapia. Creo que necesitas hablar mucho, madurar y poner en orden muchas cosas. Tus hijos tienen edades en las que pronto volarán y tendrán su vida, y vais a quedaros solos con estos problemas e imagino que no visualizarlas todo el resto de tu vida con un hombre que pasa tres kilos de tu persona y que quiere llevar una vida paralela.
Adicionalmente, también te aconsejaría buscar independencia. Trabajar fuera, tener una parcela de aficiones y amistades propias, ir haciéndote una vida aparte. Si no vas a divorciarte, busca la manera de no amargarte y de disfrutar de otras cosas. Intuyo que tienes uno de esos matrimonios machistas y a la antigua usanza donde la mujer tiene un rol dependiente y sumiso y sólo se valora en función de su atractivo sexual y en si es capaz de "retener" a un hombre con sus artes femeninas. Este modelo de relación es un completo despropósito que al final sólo genera distancia y sufrimiento. Vivir endiosando a un señor porque tiene pene y paga las cuentas es condenarse a anularte y a ser una sombra en tu propia existencia.
Piensa en ti, sé egoísta, busca tu propio camino. Ya cumpliste como madre y esposa, ahora esta etapa ha tocado a su fin y empiezan otras nuevas, date permiso para ser feliz.
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