Desde que me pidió que fuera su novia en la tercera cita, me di cuenta de lo serio que era, me dijo que yo le gustaba para una relación seria y que si yo no estaba por la labor, necesitaba saberlo.
Yo tengo otro carácter, somos distintos, y él se pone enseguida un pelin histérico, lo que pasa es que después de un tiempo, recapacita y vuelve a ser el hombre maravilloso que es, porque hay que reconocer que es un señor que merece la pena, y del que me enamoré con todas sus cosas buenas y menos buenas.
Yo soy más tranquila, mucho más sosegada a la hora de analizar las cosas, me cuesta mucho enfadarme, y la verdad es que eso ayuda bastante a la hora de que nuestra relación se afiance, si yo tuviera el mismo pronto que él, sería imposible que nuestra relación funcionara.
|