Lamento mucho, Elocín, que padezcas ese tipo de ataques de ansiedad. Yo la he sufrido también en su momento, aunque sin llegar a los terribles ataques de pánico que algunos referís. En mi caso me recetaron medicación (orfidal), pero solo la tomaba en momentos puntuales, ya que no quería habituarme y temía, además, los efectos secundarios que conlleva. Lo que mejor me ha ido fue hacer deporte, sobre todo correr y bicicleta, ya que la liberación de endorfinas que acompaña al sudor me relajaba mucho e impedía de algún modo que la ansiedad se cebase demasiado, aunque si tú dices que el deporte no te va, tendrás que buscar soluciones de otro tipo, pues imagino que este tipo de cosas solo funcionan si realmente te gustan. También me ha ayudado escribir, y eso es algo que estoy seguro que a ti se te daría bien y te gustaría.
Como remedio natural, también he tomado unas cápsulas llamadas “Griffonia Simplicifolia”. No es que haga milagros, pero algo ayuda. Las puedas comprar en cualquier herbolario o por internet y es totalmente natural, no adictiva.
La hipnosis no es algo que me convenza demasiado, me da cierto yuyu, aunque tampoco soy entendido, así que cualquiera sabe. Tampoco he ido nunca a los psicólogos, más que nada porque no creo mucho en ellos y, francamente, en mi caso estoy convencido de que no habría funcionado, ya que lo que me iban a decir ya me lo tengo muy sabido. Para hablar con un desconocido, prefiero hablar conmigo mismo, que soy el que mejor se entiende. En cuanto a los psiquiatras, te recetarán fármacos, ya lo sabes, y estos te harán bien, pero con sus correspondientes efectos secundarios, así como el peligro de adicción que entrañan.
En fin, poco más puedo decirte sobre el tema, ya que, como comenté al principio, en mi caso la ansiedad nunca llegó a extremos demasiado graves. Lo único, mandarte todo el ánimo del mundo y mis deseos de que te recuperes del todo. Yo no he vuelto a tener episodios de ansiedad desde hace bastante tiempo, salvo alguna que otra vez muy aislada y sin importancia, por lo que confío en que también tú lo superes. La ansiedad es, desde luego, algo muy puñetero.
|