Cualquier sociedad avanza, lo más lógico es que se evolucione y nos nos quedemos anclados al pasado.
Desconozco la vida sexual de las mujeres de otras épocas, pero tengo muy claro que con tanto prejuicio, y con tanta subordinación al honor y al buen nombre, como tenían, no creo que tuvieran una vida sexual muy activa, siempre encorsetadas en el cliché de esposa y madre abnegada, dependiendo siempre del varón que les proporcionaba una vida más o menos desahogada, a cambio de su virtud y de proporcionarles una vida hogareña cómoda y numerosos hijos.
Jamás querría esa vida, tan rememorada por algunos, para una hija mía, ni para nadie.
Conozco las historias de mis abuelas y tías abuelas, y son para olvidar, poniendo buena cara siempre al hombre que las mantenía y olvidando sus malos modos y sus escarceos con otras, aguantando vejaciones y todo lo que hubiera que aguantar.
Ya vale de tanta hipocresía.
Gracias a la lucha de muchas mujeres hoy vivimos otra etapa, sin igualdad aún, pero más cercana a una sociedad más equilibrada.
Una mujer no es solo un objeto para procrear y para satisfacer las necesidades de su hombre y de sus hijos, es alguien que tiene una vida por ella misma y sabe lo que quiere, y si le apetece dedicarse a sus hijos y al hogar, me parece estupendo, siempre que sea algo elegido y no impuesto.
La vida sexual de una mujer es algo que solo le incumbe a ella y no creo que todas las mujeres tengamos la misma vida sexual ni las mismas apetencias, ni los mismos deseos.
Por cierto, la masturbación es algo muy satisfactorio y para lo que necesitamos ni a hombres ni a mujeres.
Para ligar hay que tener un poco de apertura mental, saber estar a la altura de una mujer inteligente y que te cuestiona cualquiera de tus opiniones y eso es muchísimo más difícil que ser guaperas y tener un buen cuerpo.
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