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Es que no es bueno, ni es malo. Es normal y la gente normal, hace las cosas bien, mal y regular. En este caso, ha hecho las cosas mal y tú estás en tu derecho de sentirte como te sientas. De todos modos, estás muy atascada en la negación, no avanzas de ahí y pretendes resolver todo en tu cabeza, cuando tanto más fácil sería actuar en una u otra dirección. Es absurdo atrincharte en un supuesto orgullo y dignidad, cuando tanto más sanador sería quitarte esa armadura y decir, mira fulano, la verdad es que yo no me he quedado tranquila y preferiría vernos, tomarnos un café y hablar las cosas más largo y tendido por mi paz mental. Sois personas y cada uno está lidiando con sus propias mierdas mentales, no hay que verlo como un juego de egos porque eso no aporta nada y sólo te seguirá destrozando, jugando a las adivinanzas de si el piensa, cree, quiere o lo que sea.
Yo tuve una ruptura muy repentina hace unos años y estuve como tú, meses comiéndome el coco con teorías y pajas mentales, un día contactamos, hablamos y me di cuenta de que el 80% de lo que yo me había fabulado en mi cabecita no tenía nada que ver con lo que estaba viviendo la otra persona, en fin, no tienes nada que perder a estas alturas y sí algo que podrías ganar, por ejemplo, tranquilidad y aceptación. Tu ex pareja no es un enemigo a vencer, no tiene poderes, no es un ser superior, sólo es una persona.
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Modo Híbrido
