Iniciado por No Registrado
Muchísimas gracias a todos por tomaros la molestia de leerme y de contestar.
Intentaré aglutinar aquí las respuestas y reflexiones a varias cuestiones que me planteáis.
No, no discutíamos. No lo hicimos prácticamente nunca. Nuestra relación era muy buena. Si alguna vez tuvimos algún roce se solucionó inmediatamente, era como que nos dolía demasiado no estar bien aunque fueran horas, y los dos lo solucionábamos. Y no, no soy ese tipo de mujer que pone cortapisas o es celosa. Él hizo lo que quiso, fue a los sitios que le apeteció y disfrutó de sus aficiones tranquilamente. También me dio por pensar que habría otra persona, porque eso poco que me dijo, y que tanto me asombró, me parecieron meras excusas, porque sé que son mentiras.
Yo también llevo a gala (por decir algo) el haber "desaparecido" todo el tiempo, y no buscarle o contestarle. Ha sido de las cosas más duras que he tenido que hacer, o mejor dicho, dejar de hacer en mi vida. Efectivamente no habría podido hacerlo si no fuera porque soy muy orgullosa, como también me dice Toroloco. Y tienes toda la razón: eso me ayudó pero también me está matando poco a poco. Esa realidad paralela en la cual aparento que no pasa nada, pero me pasa todo. Ese querer aparentar que puedo con ello, que saldré y que no necesito nada ni a nadie. Sé que mis padres y las personas de mi entorno que lo saben me miran como un bicho raro, porque se admiran de no verme hundida, pero la realidad es otra. Sé que ese mensaje suyo me hizo polvo también. En unas fechas así que ya estaba algo más tocada, me terminó de rematar.
A veces pienso si no habría sido mejor coger un día el teléfono , al principio, y decirle todo lo que sentía y pensaba. Quizá luego me arrepentiría, pero también pienso que quizá me habría liberado más, y también... qué fácil se lo puse. Se me quitó de en medio sin que yo rechistara. Le salió redondo. No tuvo que aguantar ni mi voz reprochándole algo, ni nada parecido.
Os vuelvo a dar las gracias.
|