Contaré una historia que es cierta, le ocurrió a la compañera de trabajo de una amiga mia:
Ella era una mujer divorciada, cuatro ó cinco años sola, sin ningunas ganas de volver a tener pareja, 58 años, sin hijos.
Él era un hombre viudo desde hacía tres años, varios hijos independizados, 60 años, no hizo nada por encontrar a alguien, salía a veces a pasear, tenía sus hobbies, se apuntó a varios cursos...
Un día, ella tuvo un problema en su piso, se dejó la llave dentro y no podía pasar, él que vivía en el mismo edificio pasó por allí y se ofreció a ayudar, consiguiendo abrir la puerta con una tarjeta.
Vivían en el mismo edificio desde hacía tiempo y no se habían visto, o no se habían prestado atención.
Algo surgió en aquel momento, se intercambiaron los teléfonos y empezó una historia que dura casi un año.
Ella dice que el amor le llegó a su puerta, sin buscarlo y es cierto.
Siempre he pensado que el amor se sabe abrir caminos, pero si que es cierto que a veces hay que echarle una mano.
Mi opinión personal es que cuando alguien se obsesiona con algo, lo que suele ocurrir es que se olvida de otras muchas cosas importantes.
|