Un último intento al menos deberías hacer para no quedarte con la espina y seguir calentándote la cabeza.
Ahora tienes un tema de conversación, hablar de la casualidad de que los dos hayáis cambiado de gimnasio y comparadlo con el anterior. Ve a hablar con él, pero no una frase suelta, intenta conversar, y observa su actidud. Si ves que te sigue bien el rollo háblale de salir a tomar algo a seguir hablando. Que le ves que habla poco y no muestra interés, pues definitivamente no le gustas
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