Mi primer amor, profesor alumna.

Danteojos

¿Qué os dije?

Azuquitar

Si yo tuviera una hija de 15 años y me enterara que se pierde sus clases porque se anda viendo con un profesor fuera de la escuela con el que ya se dió unos besos tampoco le creería su historia de que solo han sido besitos y apretones de manos.

Danteojos

Bueno, Azuquitar, yo es que estoy acostumbrado, por mi profesión, a no dar nunca nada por sentado, ni siquiera lo que a priori pudiera parecer más obvio.

En este caso, además, la edad de la protagonista, 15 años, me hacía ser si cabe aún más cauteloso en este aspecto concreto de su relación amorosa.

Llámalo si quieres el sexto sentido de los juristas

Azuquitar

Y yo que he conocido varios embarazos adolescentes de chicas que llevaban las relaciones más castas y puras del mundo no me creo estas historias.

Llámalo si quieres están en la edad en la que empiezan a tener relaciones sexuales.

fj bulldozer

Vamos a ver, unos hechos sucedidos hace 15 años y que para colmo en aquel entonces no eran delito, al menos en España. Aquellos actos serían imperdonables desde el punto de vista de la comunidad educativa, pero no para la justicia ya que, por muy profesor que fuera, ningún juez podía condenar el tener relaciones con una alumna de 15 años, ya que no lo contemplaba el Código Penal como delito en aquellos tiempos, por mucho que pueda pesar a algunos.

La edad de consentimiento sexual se subió a 16 años en 2015. Y es a partir de este momento cuando, toda relación sexual entre adulto y menor de 16 es denunciable. A ver si aprendéis algunos lo que significa el concepto de no retroactividad.

Lo único en lo que podía haberse procedido en contra de ese profesor en aquel entonces, era expulsarle de la enseñanza, pero nada más.

She

Dejando a un lado el aspecto legal, que ya lo ha explicado Bull, está claro que hemos juzgado esto con las leyes de ahora.

Por eso, olvidando ese aspecto y lo delictivo vamos a pensar en el grooming (engaño/seducción de un adulto a un menor) como una cuestión de manipulación psicológica. Alguien en una posición de poder ha engañado a alguien en clara desventaja para sacar provecho, con el repugnante añadido de ser un provecho sexual. Que algo no fuese ilegal no significa que no debería haberlo sido, porque ya me dirás qué hace un hombre hecho y derecho con una niña. Moralmente es repulsivo.