A ver, yo soy un defensor aférrimo del respeto en las relaciones, condeno la infidelidad con energía allí donde las halla y me muestro fervoroso a la hora de hondear la bandera de la confianza, sin olvidar que siempre abogo por la separación cuando se dan estas situaciones, toda vez que una ruptura de la confianza y una falta de respeto como la infidelidad difícilmente puede arreglarse... Digo más, en mi opinión, jamás se arreglan las cosas tras una infidelidad.
Ahora bien, en tu caso las cosas son muy distintas, y me explico: Esta infidelidad, si en efecto la hubo, tuvo lugar cuando érais novios, y tu mismo dices que hoy por hoy estáis maravillosamente, que tenéis un hijo en común y esperáis a un segundo, que estáis muy felices y que os va genial. Comprendo que el haber descubierto esto años después, habiéndolo negado ella taxativamente cuando la encaraste en su momento, puede suponer un shock y traer consigo un gran sentimiento de duda y desconfianza, planteándote incluso si con posterioridad no habrá vuelto a hacer aún cuando os casasteis... Es razonable, y por supuesto que por un lado te comprendo, claro que sí, pero por otro lado te pregunto: ¿Te compensa romper tu matrimonio por algo ocurrido durante vuestro noviazgo, grave y muy serio sí, pero ocurrido hace tanto cuando ni siquiera habíais construido nada juntos como es una familia?
Háblalo con ella, pero hazlo serenamente y de forma civilizada, máxime cuando ella está en estado de gracia, sin rencor ni resentimiento, pídele que sea honesta, que puede hablarte con sinceridad y confianza. Si la respuesta es afirmativa, te invito a que reflexiones si un asunto ocurrido en el pasado y fuera del matrimonio puede tener efectos y su eco en el presente. Además, si en efecto te fue infiel, invítala a que te diga si con posterioridad, y en especial durante vuestro matrimonio, ha vuelto a suceder. Con todas las respuestas a estas cuestiones, y con su confesión, reflexiona y valora muy bien, como digo, si un hito del pasado más lejano quieres concederle un impacto en tu presente más próximo y feliz.
En fin, es una situación muy compleja y no menos seria, pero siempre hemos de recordar que el pasado queda atrás, y que sólo hemos de recordarlo para aprender de él y crecer, nunca para intentar repararlo, pues nos será una tarea imposible e infructífera, toda vez que la tinta ya está seca
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