No pensaba opinar pero, con la que está cayendo ahí fuera, me voy a mojar aunque sea un poco…
Las diferencias entre el Gobierno central y Generalitat catalana se hubieran solventado manteniendo abiertas las vías de diálogo en todas las áreas: el techo de déficit, el presupuesto, las políticas sociales, la consulta de autodeterminación...
Catalunya se ha cansado de proclamar el diálogo y ver que su oferta no ha sido correspondida por parte del Estado. Cuando se cierran las vías de diálogo a una comunidad, lo que se genera es confrontación además de debilitarse lo común y el conjunto acaba funcionando peor.
Los recursos de inconstitucionalidad promovidos contra la ley de consultas catalana y contra el decreto de convocatoria del 9-N me parecerían fantásticos si el Gobierno no sólo “ofreciera diálogo” sino que además ese diálogo fuera real y fructífero y se encontrara un camino común. Cosa que no va a pasar porque no interesa que pase. De la misma forma que no interesa que se consulte nada. A seguir pagando elevados impuestos y a callar que es lo que interesa al fin y al cabo.
Veremos si la Generalitat está preparada para defender legalmente la consulta o no. Yo personalmente vería justo que se pudiera preguntar y los catalanes pudiéramos hablar. No porque quiera la independencia sino porque me parece que es un derecho que así pueda ser.
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