Probablemente, Ayrton Senna, haya sido el mejor piloto de Fórmula I de la historia. Nacido en Sao Paulo en 1960 y fallecido en Imola (Italia) en 1994, le bastaron los 34 años de su vida para demostrar que merecía estar entre los grandes de la historia, junto a su paisano Emerson Fittipaldi, el austríaco Niki Lauda, o su eterno rival el francés Alain Prost
Ganó en tres ocasiones el campeonato del mundo, y de haber vivido, seguro que habría ganado muchos más. Michael Schumacher, Fernando Alonso, y los que han venido después, le deben mucho a él. En sus manos tenía magia. Para él conducir no era su profesión, era su vocación
Para mí, además de piloto, era todo un filósofo. Sus frases, sin duda, merecen la pena ser leídas
"Los cobardes mueren muchas veces antes de expirar; los valientes solo una vez prueban la muerte"
"El segundo es el primero de los perdedores"
"Que lo importante sea participar, solo puede salir de boca de un perdedor"
"No puedo vivir en una isla de prosperidad, cuando estoy rodeado de un mar de miseria"
"Cada piloto tiene un límite. El mío sobrepasa todos los demás. No sé conducir de otra forma que no sea arriesgada"
"Las mujeres podrán dar problemas, estemos con ellas o no. Pero no podemos vivir sin ellas"
"Aprendo mucho de los niños. Basta cambiar un gesto u ofrecer una sonrisa"
"Todos los años hay un campeón, pero no siempre hay un gran campeón"
"Mis rivales no me quieren, porque mi pecado es ser veloz"
Sobre Ayrton, su eterno rival, Alain Prost, dijo de él: "La diferencia entre Senna y yo, es que yo creo en Dios, y él se cree Dios"
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