Intenta hacer algo y no quedarte en casa pensando. Sal a dar un paseo, tomar un café con amigos o date un capricho. Aunque sea comprarte unos calcetines con dibujitos.
La mente es muy traicionera y el proceso de la ruptura y el desamor es como una montaña rusa. Unos días estas arriba porque te puede la rabia (y a mi eso por lo menos me levanta) y otros estas abajo y te sientes impotente, frustrado/a y hasta inútil por haberte dejado manipular hasta esos extremos.
Ya has pasado más de un duelo. Sabes que no hay fórmulas mágicas para que desaparezca el dolor de un día para otro, sólo tiempo, esfuerzo, constancia y hacer que tu amor propio crezca día tras día.
Mucho ánimo y desahogate aquí cuanto quieras y necesites.