Odile, si se sentía poco valorada podía decirlo. Yo sobreentiendo en la versión de Breezer que, sí, había discusiones, pero que todo esto le ha pillado desprevenido.
Seguramente todo se haya debido a una gran falta de comunicación. Discutir, que no es lo mismo argumentar.. esperar a estallar por H o por B, pero no explicar qué es lo que se ha ido acumulando a lo largo del tiempo. Y dejarlo todo estar, como que son cosas "normales" por el cansancio, el trabajo... Por no discutir aún más. Y al final eso es igual que barrer bajo la alfombra.. Al final sale, y explota sin que haya vuelta atrás.
Y digo yo.. A ella está claro que no le "compensa" estar contigo, Breezeer. Que quiere otras cosas, que no quiere estar contigo. De ahí no hay otra conclusión que sacar que lleve a una posible solución. Pero.. ¿y tú? ¿Qué había en esa relación que te hiciera sentir realizado y a gusto, a parte de tu hija y de la comodidad de algo "conocido" cerca? Porque no parece que fuera una relación idílica, que de esas hay pocas si es que las hay, pero tampoco parecería medianamente buena..
Una persona que supuestamente es tu ancla, que se compromete a un proyecto ya no sólo de vida si no de negocio contigo, y luego se desentiende de esa manera y te tacha de robot por tener que estar ocupándote tú de todo eso. Que aparentemente te echa en cara que vuestra hija se haya pegado más a ella, cuando dices que todo a causa de su manera de alejarte.. aunque ahí, quizás tengas algo de culpa.. pues es algo que podrías haber abordado.
En fin, son muchos desplantes, y seguramente ella también tenga su versión, y la solución era hablarlo ANTES de que los ríos se convirtieran en mares. Ahora parece que os tengáis tanto resentimiento, que ahí no iba a volver a crecer hierba.
Lo mejor que puedes hacer es volcarte en tí mismo, intentar llevarte bien por lo que respecta a la visión de la niña, y tirar de abogados y jueces siempre que veas que existe algún trato de poco favor hacia tu persona. Como padre y persona tienes tus derechos, infórmate y que no te quite lo que no puede por miedo o por querer recuperar algo.
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