Prostituta, que se justifica para creerse, tener la conciencia limpia, inventando excusas.
Y tan ridícula y bizarra, como para hablar
del bien y del mal, decir que la culpa es de otros, de no tener trabajo, de tener una hija y ese mote de madre soltera.
Es un
buen padre, pero lo corre con la policía, las leyes se lo permiten, por su sola condición de mujer.
¿Mujer de valor?, si vale 20 pavos y es un robo, no va a pasar mucho tiempo, de lo que tanto se vanagloria, sea de
dominio público.
Entonces se va a tener que buscar un trabajo,
cosa que se la nota bastante arisca, o dar el siguiente paso, por mucha promoción que se haga, por fotos y videos, pan de hoy, hambre para mañana.
Y son
135 euros, que es el promedio de ganancia para una prostituta, y el mercado manda.
En estos tiempos duros post pandemia, una rubia infernal veinteañera, ojos claros, de Europa del Este, te jura amor eterno, por 50 euros, o una latina pulposa terminado de emplumar, caliente como un fogón, por bastante menos y no tiene los rollos de hijos, creyéndose de valor, cuando vale lo que mercado indica, y con fecha de vencimiento.
Y va a necesitar una estructura, porque a diferencia de su ex esposo, no va a poder llamar a la policía, para sacar a los que “
le dan miedo”, porque se queda sin clientes, o termina de comida para gusanos.
Los que pagan por ese tipo de contenido o servicios, no son precisamente personas,
que reconocen como bueno, la moral, libertad, derechos.
Que cree que hacen cuando les manda un video
¿rezar?, muy inteligente, decidida y empoderada, lo suyo.
Una de las acepciones de justicia, enuncia, que es ese proceso, evento o resultado, que se obtiene, de lo que se merece.
Nuestras las culpas, nuestras las penitencias, para Ud., para mí, para todos, y tarde o temprano, tendrá, tendré, tendremos, lo que nos merecemos.
En su caso, por muy “bonito”, justificado y ex culpatorio, que lo quiera venir a contar.
La injusticia, es que una prostituta como Ud. forme a otra mujer, y termine como Ud. o pague lo que Ud. hizo.
Al menos,
no se vaya a olvidar de enseñarle a contarlo, como Ud. lo hace.
Y los seres luz, que comprensivos, vaya sorpresa, su moral como elástico de bombacha, parece que ajusta, pero se estira lo que sea necesario, hasta por el piso. miserias impresentables.