Hola de nuevo. Bueno parece que conseguimos hablando que la cosa se suavizase bastante. Efectivamente, no tenía ninguna decisión medio tomada y quería pedirme explicaciones por lo que había pasado. El estaba muy serio y distante, nunca lo había visto así.
Por resumir, le pedí perdón mil veces por lo que había hecho, le expliqué que me había portado como una cría y que me autosugestioné dándole vueltas a la cabeza por una tontería. Que en el día de mi cumpleaños yo me había hecho unas expectativas desmesuradas e irreales y de niña caprichosa y no me di cuenta.
Me dijo que lo peor de todo es que tenía la impresión de que lo realmente importante para mi era el regalo y que no pensaba que fuese tan superficial y materialista y que estaba muy decepcionado. Le expliqué de todas las formas posibles que no es así, que el regalo me da igual, que lo que me volvió loca era pensar que él no le había dado importancia al día y que por eso se había olvidado el regalo en casa. Me contestó que no entendía por qué había llegado a pesar eso, que creía que no tenía motivos para ello y le dije que tenía razón, que era una estupidez, que había sido una inmadura pero que había aprendido la lección y no iba a volver a pasar, que quería que todo esto se solucionase y que pudiésemos salir más fuertes.
Se quedó pensando y me dijo que bueno, que ya iríamos viendo, que el también quiere que esto salga adelante porque me quiere mucho pero que está decepcionado y eso cuesta más de superar que un simple cabreo pero que por su parte no quiere que esto se acabe y espera que lo podamos solucionar.
Se que me toca arrimar mucho mucho el hombro, pero yo me lo he buscado y no quiero decepcionarle más. Tengo que compensarle y demostrarle que ha sido una tontería por mi parte. Le agradezco muchísimo que todavía confíe en mí para continuar y no haya querido acabar con todo.
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