Es triste que al oír "juicios" ajenos y que entregues tu poder y tu soberanía, que dudes de ti mismo renunciando a tu propia seguridad, lo más simple es ser tu mismo, conocerte bien y renunciar a dar crédito absoluto a los comentarios frívolos y superficiales de perfectos desconocidos, la gente va a lo suyo, menos tú, que deberías ir a lo tuyo.
Yo a esos comentarios, hubiera bromeado con sarcasmo, a veces el sentido del humor es una buena defensa contra impertinencias ajenas.
¿Quien son ellos para decir y proclamar a cuatro vientos lo que eres, lo que no eres y la suerte que te mereces..
|