Sí, sin duda.
De entre todos mis amigos, aquellos cuya compañía me resulta mas estimulante son aquellos que tienen unas ideas políticas o religiosas diferentes de las mías. Yo por ejemplo, soy ateo (niego que Dios exista) y soy partidario del control estatal de los medios de producción (es decir "comunista", y lo entrecomillo, porque lo soy pero con bastantes matices). De entre los mejores ratos que recuerdo en compañía son aquellos que he pasado discutiendo respectivamente con un fervoroso católico y con un convencido liberal; los quiero muchísimo, y desde luego no estamos todo el día discutiendo porque no somos fanáticos. Pero de cuando en cuando, nuestras buenas cuatro o seis horillas sí que nos echamos. Ambos me han hecho cambiar de forma de pensar en algunas cosas, y yo a ellos.
Pongo estos dos ejemplos, porque a la mayor parte de la chicas que conozco (concretamente la única con la que he tenido una relación larga, y, por lo que se, todas con las que me he liado alguna vez) no les interesan especialmente ni la religión, ni la política; caso de hacerlo, suele ser a un nivel mas visceral que analítico; desde luego, no para estar discutiendo cuatro o seis horas sobre este o aquel aspecto del sistema electoral. Y este sería siguiente punto: Sus ideas pueden ser por completo contrarias a las mías, pero detrás de las convicciones, por ardientes que estas sean, me gusta ver sólidos andamiajes lógicos; vamos, que me ponga entre la espada y la pared cuando discutamos, que me haga pensar y plantearme si no estaré equivocado. Si no, no pasa nada, cada loco con su tema, pero que no intente convencerme de sus monsergas, y desde luego, que no trate de hacerme vivir conforme a ellas, porque seguiré pensando que tengo razón.
Soy un brasas y estoy orgulloso de ello XD.
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