Esa lista no prueba que seas imbécil pero sí que hay algo en lo que esa chica y tú sois muy distintos: que ella ha sabido tener la cabeza en donde la tenía que tener y tú, a fuerza de rallarte, has estado bastante tiempo sin concentrarte de veras, y eso se nota.
La cuestión sería tomar en eso ejemplo de ella: en lugar de quedarte rallándote y lamentándote, forzarte a hacer el trabajo que tienes que hacer. Que muchas veces, una de las mejores terapias que puede haber es justamente tener un trabajo que hacer (en tu caso, estudiar lo que te queda), y hacerlo en serio, obligarte a concentrarte y a echar el resto como sea.
Por cierto que debes de ser de letras
porque es verdad que la representación gráfica yo no acabo de verla por ningún lado.
En cuanto a que ya no puedes subir mucho el expediente: piensa en términos de las notas de las asignaturas concretas que te quedan, no de la media global de toda la carrera.
Las asignaturas anteriores ya están aprobadas, y el trabajo que dejaste de hacer ahí ya no puedes hacerlo, y no tiene sentido llorar sobre la leche derramada; pero lo que te queda sí que está en tus manos, y si consigues sacártelo con unas notas bastante mejores que hasta ahora, eso sí sería para poder sentirte orgulloso del esfuerzo hecho.
Piensa también que, una vez acabes la carrera, el encontrar trabajo depende menos de lo que pensamos de un buen expediente. Pero sí depende mucho de cuál sea tu actitud, tanto buscando trabajo como una vez dentro, como respondas a tus obligaciones en el día a día. Así que el expediente que llevas ahora mismo te perjudica menos de lo que piensas, pero esa actitud derrotista sí que te perjudicaría y mucho, como entraras en un nuevo curro en ese plan.
Así que piensa mejor en ver qué es lo que estás haciendo mal ahora mismo y en corregirlo, y ponerte a trabajar con una actitud más constructiva. Ese es el camino.
En cuanto al tema de salud: no soy médico ni conozco el tema, pero si es benigno, no me parece que sea para preocuparse en serio, y ahí sí puede haber también un buen grado de paranoia, y sería conveniente ser consciente de ello. Que a ver, cuando oímos las palabras tumor, melanoma, etc., todos de entrada nos acojonamos, y es normal. Pero se trata de entender bien de qué se trata en realidad, y que si es benigno, sería peligroso si no se hubiera pillado a tiempo, creo yo, pero ahora no será para rallarse tanto.
Y así es como habría que explicarlo a tu familia: de momento se van a asustar, claro, pero se trata de explicarlo fríamente, intentando no alterarse, y hacerles ver que esto es mucho menos serio de lo que la palabra melanoma puede hacer pensar. Te llevará varias horas de estar hablando con ellos, pero pasado ese primer momento, una vez que los ánimos se calmen, la cosa puede llevarse bien, si se enfoca pensando con la cabeza y sin dejarse llevar por las emociones.
Así que lo dicho: en vez de esconder la cabeza bajo el ala, que eso no conduce a nada, ve pensando en tomarte el trabajo en serio, dentro de lo que todavía depende de ti.
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