A ver que te diga... me he enamorado tres veces en la vida. El único elemento en común entre las tres ha sido el carácter. No carácter de montarte un pollo por cualquier gilipollez, sino una personalidad muy definida, muy clara a la hora de exigir y obtener lo que deseaban.
No eran iguales, ojo, no tenían nada que ver. La primera era una tía muy estudiosa, muy responsable, muy inteligente, con punto de sentido del humor sobrio e irónico que me flipaba. Si esta quería algo, se rompía los huevos por conseguirlo; estudiaba las horas que hiciesen falta, si deseaba a un tío le buscaba sin tapujos, ahorraba para pegarse viajes desde muy jovencita, y en general era metódica, y siempre activa. La segunda, una chavala que estaba medio pirada; se comportaba como un hombre en un montón de cosas y si le apetecía hacer algo, lo hacía pasándose por la meja del coño lo que opinasen los demás de ella; no tenía ninguna capacidad de planificación, al contrario que la anterior, pero era libre como una paloma. La tercera, la única en la que el sentimiento ha sido mutuo hasta ahora, tenía una determinación y una voluntad de acero, era muy exigente con su entorno (yo incuído) y consigo misma, dura la hija de ****, se sobreponía a las dificultades y a los reveses que le daba la vida con una entereza que para mí querría.
Carácter, fuerza de personalidad, determinación a la hora de conseguir las metas, creo que ese es el único elemento común que han tenido las tres tías de las que me he enamorado. Otras cosas que ayudan son el sentido del humor, la atracción física (es, por así decir, un catalizador) y la inteligencia.
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