Puedo en este caso ponerme perfectamente bajo lo piel del hombre y entender que, ante las reticencias de Rezza a querer tener hijos, haya decidido romper la relación. Creo que yo también hubiera hecho lo mismo. Los momentos más felices de mi vida los he vivido cada vez que he sido padre, algo que no cambiaría por nada en este mundo, por lo que puedo perfectamente entender a quienes necesitan vivir esa experiencia y no están dispuestos a renunciar a ella, ni siquiera a postergarla por más tiempo, por mucho que puedan querer a sus parejas, máxime en este caso si, como dice la propia autora, llevaban ya 6 años conviviendo en buena armonía... Obviamente, depende también de la edad de ella, no es lo mismo que tenga 20 años a que esté cerca de los 40, pues en este último caso la maternidad se hace cada vez más complicada y querer postergarlo unos años puede significar a la postre que ya no se pueda o que, a lo sumo, dé tiempo únicamente a tener un solo hijo. Sería por ello interesante poseer ese dato, pero aun así no veo ningún egoísmo en la postura de él, sino simplemente una necesidad vital que desea ver satisfecha cuanto antes porque cree que ya ha llegado ese momento, y, claro, si ve que ella no va en esa misma sintonía, es normal que haya decidido romper.
|