Me alegro mucho por ti, Pupus. Tu historia demuestra que el físico tampoco es tan importante y que le puedes gustar a otra persona por tus cualidades internas, no por lo que muestras exteriormente.
Eso sí, debes intentar superar ese complejo que tanto te angustia, porque puedes terminar por fastidiarla, como casi sucedió cuando le rayaste con tanto insistir en lo de tu soprepeso. Él ya te ha dicho que le gustas así, de modo que aprovéchalo y disfruta, sin comeduras de tarro.
|