A mí este tipo de comentarios me tocan mucho las narices y a la próxima les soltaría una respuesta con tan mala leche que no me volverían a soltar estupideces así. Y si siguen, a cambiar de amigos, que en este mundo nadie es imprescindible.
Me recuerda el chiste ése:
En cada boda a la que asistía mis tías me preguntaban: ¿cuándo vas a ser tú el siguiente?
Dejaron de hacerlo cuando yo les empecé a preguntar lo mismo en los funerales.
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