Hay quienes después de llevarse muchos palos (y algun@s también de darlos) deciden que encontrar una pareja apropiada a sus gustos y necesidades es casi misión imposible, o directamente misión imposible, y se decantan por dejar de intentarlo.
Normalmente aunque la frustración por no encontrar lo que se desea no conoce diferencias de género, es más fácil ver hombres rendirse que mujeres, o más bien, ver hombres a los que se obliga a rendirse que mujeres en la misma situación.
Lo que señala Elfaro creo que está muy acertado, hay tantas posibles situaciones como posibles parejas a formar, por más que se puedan agrupar y establecer ciertos patrones en los que casi todo el mundo encaje. Tan frustrante es ser rechazado siempre como que te digan primero que si y luego sea que no, sin importar si eres el rechazado o el que rechaza.