Preveo en dos días un nuevo desbloqueo por tu parte, y tratar de conversar. No sé porqué.
En serio, para. Esto que haces no es sano. Estás en negación total, justificando tus ataques de sinceridad que a ella ni le van ni le vienen, y a ti no te benefician. Lo mismo sería escribir en una cuaderno lo que sientes, como desahogo, y luego quemarlo.
Igual te puedes mentir a ti mismo, pero a mi desde luego no. Todos tus intentos de contacto con ella tenían otro propósito, y no es el quedar bien. Como no funciona, te dices a ti mismo que está genial, que has soltado lo que tenías dentro, que no te importa lo que piense.
Y no te juzgo, te comprendo. Estabas apostando por una relación y te duele que se acabe. Te preguntas si el error es tuyo y quieres quitarte esas dudas. Pero, por dios, léete.
En menos de doce horas de diferencia cambias de opinión como veleta. Date cuenta que no es el momento adecuado para dejarte llevar por impulsos. Si quieres escribirla, aguanta, espera un rato, preguntate porqué de esa necesidad y qué resolvería. No estás siendo racional, así que tienes que invertir un esfuerzo extra en las decisiones que tomes, ya no para evitar cagarla (porque ya da igual), si no al menos para no sumarte más culpas o sentirte mal por tus actuaciones.
Y como han dicho, tío, que solo ha sido un mes y unas cuantas citas. Mide un poco, porque estas reacciones en tan poco tiempo, muy sanas no son. ¿Si te pasa con otra con la que llegues al año qué haces? ¿Te hundes?
Venga, ánimo. Que no es el fin del mundo.
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