A mí me paso algo que podríamos decir es mágico.
Cuando yo era pequeño, bueno vivía con mis padres en un pobreza poco agradable, y con un padre que era alcohólico, cuando llegaba la navidad no era nada agradable, por que mi padre solía tomar hasta la inconsciencia en esas fechas, y los regalos bueno eran cosas muy sencillas... sin embargo, conforme fui creciendo, aun con la amargura de esas fechas no podía de dejar de ver como mi madre se esforzaba por hacer esa fecha feliz... cada año nuestra cena navideña era un pollo frito, pues era para lo que alcanzaba.
Pasaron los años, yo crecí, la pobreza la fuimos dejando atrás, mi padre dejo el alcohol, nacieron mi sobrinos, y hace como 12 años mi madre murió de forma repentina dejando a mi familia destrozada.
Y llego la navidad, imagine que nunca más volveríamos a festejarla, pero los niños que eran muy pequeños esperaban con su carita de felicidad la navidad, el árbol, los regalos, la cena, por que su abuela siempre les colocaba aunque fuera algo muy sencillo, un arbolito... y entendí por primera vez en mi vida, por que mi madre se esforzaba tanto para que nosotros tuviéramos una navidad.
Hoy sin falta salgo con mis sobrinos a buscar arreglos, ponemos todos juntos el arbolito, cenamos en familia... ¿Por qué? Por que mi madre me enseño que lo importante no era la fecha, si no la ilusión, conservar la esperanza aun en los momentos más difíciles de la vida, conservar dentro de nosotros un símbolo, por que al final somos seres simbólicos.
Esa es mi lección de navidad... y como cambio mi vida... por eso festejo la navidad, por que festejo la esperanza y el recuerdo de mi madre... sigo siendo muy grinch... diciendo que no me gusta la navidad, pero sin falta, intento que esas fechas sean felices para mi familia.
Años después, como si la vida quisiera recordármelo de forma aun más profunda y filosofica, llega a mis manos la vigésima novela de la serie de Mundodisco Hogfather, donde la muerte y su sobrina deben salvar a represente de la navidad en mundo disco, a Hogfather. Al final de esa novela, se hace una bella reflexión que afortunadamente queda en la película y que hoy más que nunca entiendo:
Ahí es donde ocurre la magia... los seres humanos la construimos a partir de nuestras fantasías, de nuestros símbolos, y al mismo tiempo eso nos vuelve humanos.
Modo Hilado