Veamos, esto es sencillo de explicar. De porqué las palabras no concuerdan con sus actos:
no sabe diferenciar las relaciones casuales de las formales.
Se comporta de forma monótona. Es decir, a como acostumbra ser con una chica sin importar si es para pasar el rato. Simplemente, son cosas que las personas no se molestan en analizar y ni les importa si esto puede causar algún efecto secundario en terceras personas. Mientras a ellos no les afecte les da igual si su actitud confunde o no.
Por supuesto, si tu misma te bloqueas, frenándote por miedos los resultados no pueden ser buenos. Ya que te dejas llevar sin necesidad de poner límites.
Quedar con otro chico no es la respuesta adecuada a tu incógnita. Lo mejor que puedes hacer es estar sola y te centres en lo que en verdad buscas de una pareja. Mientras no lo sepas siempre te encontrarás navegando en un mar de incertidumbre.
Supones situaciones bastante improbables ante la postura en la que estás viviendo con tu pareja. Si cada uno ya se dijo que no se busca nada serio no hay un orgullo que lastimar por no confesar tus verdaderos sentimientos.
El dialogo que han tenido ambos te ah dejado perpleja es que la relación no va nada bien. Dentro de ti manifiestas otro tipo de deseos que no son compatibles con tu conducta. En pocas palabras no estás hecha para las relaciones casuales a pesar de que tu primer impulso para involucrarte con este muchacho fue el sexo, pero has implicado sentimientos donde crees que por no expresarlos adecuadamente no puedes llegar a un paso importante en su relación.
Deja de pensar en que puede pensar la otra persona y mejor enfócate en tus propios pensamientos, deseos y de lo en verdad quieres para ti.
Algo que yo siempre digo a las personas que nunca se han involucrado en relaciones abiertas es que si no saben respetar las reglas del juego entonces mejor que no jueguen. Ya que lo que apuestan lo van a perder.