No existe el amor

Dspectabilis

A veces me gustaría coincidir plenamente con estos pensamientos fatalista, ¡de verdad!... solo por formar parte del grupo de los dramáticos y apocalípticos, ir en contra del Status Quo e incentivar las teorías conspiracionistas.

Pero similar a los terraplanistas, los conspiranoicos reptilianos, los amantes de los marciatitos verdes y de los fantasmas, la realidad no es la que nosotros queremos, nos inventamos o en la que obstinadamente nos encerramos.

Una prueba de que el amor existe, es tu propia existencia, no por que el amor sea algo místico-esotérico-religioso, todo lo contrario el amor es algo imprescindible en los humanos, sin el no existiríamos como especie, y menos como individuos.

A lo largo de casi 2 millones de años desde que el primer ser humano piso las llanuras africanas y a lo largo de una historia llena de dramas, conquistas, errores y apocalipsis anunciados, la naturaleza cimentó las bases para crear relaciones entre hombre y mujeres para lograr uniones largas, estables y duraderas para el bien individual, de la pareja, de la comunidad y de la especie, eso que ahora le damos el nombre de Amor, y que incipientemente pero sin duda existe en otros seres vivos en mayor o menor medida.

En organimos tan altamente sociables, con un sistema de comunicación tan complejo, con bebes tan frágiles, con vidas tan efímeras, es necesario la presencia de una emoción muy fuerte que una y haga estables la protección mutua, y a ese sentimiento que tiene fuertes raíces evolutivas, que ha sido seleccionado a través de miles de generaciones y que es la base fundamental de nuestra sociedad, le dimos el nombre de Amor.

Y tiene tantas variantes como personas han existido en este planeta, por ello es tan huidiza su definición; pero siempre ha sido el condimento necesario para unir todas las relaciones humanas de las comunidades existentes a lo largo de la historia humana, creando afinidad entre seres con vidas diferentes.

Puede ser el deseo lleno de pasión, el amor romántico, el familiar, el idílico o platónico, o hasta la devoción religiosa, y puede ser una fuerza muy poderosa e irresistible. El amor es una fuerza real y contundente.

Tu negación al amor, no es más que una negación personal a afrontar y resolver tus contradicciones, traumas y heridas personales, no es la realidad. Nos guste o no, el amor existe, como una fuerza humana desde hace milenios, y seguirá ahí aunque nosotros no la negemos.

Una cosa es negación personal para relegar o asumir la inexistencia de un fuerza adherente, y otra las decepciones personales. Pero ambas son un reflejo de los fantasmas interiores que nos siguen y de los que no somos o no queremos desprendernos. Son el reflexo de malas elecciones, de miedos internos, de parálisis emocional, de inactividad sentimental, de heridas no sanadas, de palabras no dichas, de perdida de esperanza personal y sobre todo son fantasmas que no nos dejan vivir plenamente.

Pero lo maravilloso de ser un ser humano, un ser vivo, es que hasta el final de nuestras vidas, efímeras en términos del tiempo de este gran universo, es que podemos cambiar cuando lo deseamos y abrazar esa fuerza coherente y adherente, sea para nuestro crecimiento interno o para la union de pareja, la protección de familiares o hasta de extraños, o para la trascendencia espiritual... tu tienes la decisión dentro de ti, y las herramientas para hacer el cambio.

Conclusión ¡el Amor existe!, esa es la realidad, pero tu la evades por heridas que en gran medida te has creado.

Nosotros vivimos en una diminuta mota de polvo en el universo, nuestras vidas son prácticamente irrelevantes para el gigantes universo que nos rodea, y solo tenemos una minúscula oportunidad para ser felices, y con todo ello muchas veces y sabiéndolo nos negamos a crecer y ser felices en el minusculo tiempo que nos da este planeta.

¿Cuanto tiempo vas a esperar para abrazar lo bueno de la vida? ¡El tiempo esta corriendo rápido, sin pausa y sin piedad!... mientras nuestra diminuta mota de polvo gira y gira en un basto vacío donde solo nos tenemos a nosotros mismos.

A mi la decepción me dejo de pasar hace tanto tiempo… por decisión personal y al comprender por un pasito más, lo efimero de mi vida.