Se tiende siempre a pensar que quien corta una relación es porque se ha fijado en otra persona y deja a su pareja con dos palmos de narices. Y no tiene por qué ser así forzosamente. Por eso suelen empatizar más con la persona dejada, porque la identifican como víctima desde un primer momento
Pero nunca se ponen a pensar si la persona que deja a la otra no la ama lo suficiente y corta la relación por no estafarla, aunque no haya otra persona por medio. O tampoco se paran a pensar si la persona que deja ha visto en la otra detalles que no le han gustado nada de nada y que considera decisivos para no continuar la relación. Para eso están los noviazgos, para conocerse. Y eso la gente no lo suele contemplar. Creen de entrada que un noviazgo es un compromiso, cuando solo es una fase de conocimiento. No diferencian ser novios de ser prometidos. Y hay una diferencia muy grande
|