Cita:
Iniciado por Pectore
Al principio eramos compañeros de piso. Estuvimos 6 meses conociéndonos, hasta que un día surgió la chispa.
Estuve saliendo con ella 2 años aproximadamente. El primer año nos fue de maravilla. Pero a partir de ahí empezamos poco a poco a sumirnos en discusiones estúpidas cada vez más grandes.
Cualquier cosa valía, desde la forma de hacer la comida, hasta la forma de mirarla. Eso sumado al hecho de que ella desconfiaba absolutamente de mí. Si salía con mis amigos, sospechaba de que le iba a ser infiel. Si miraba al frente y daba la casualidad de que pasaba una mujer por mis ojos, según ella ya la estaba mirando lascivamente y teniendo pensamientos impuros. Por dios, tenía que ir mirando al suelo cada vez que salía a la calle para evitar discusiones. Estaba harto, y me rondaban pensamientos de dejarla, porque no me respetaba y mi palabra no valía nada.
Sin embargo algo me impedía dejarla, porque también habían cosas buenas en ella, y cuando no peleábamos, conectábamos muy bien y me hacía muy feliz.
Por eso yo luché por la relación e intenté superar todas las cosas negativas. Cada vez que iba a haber una discusión, yo intentaba razonar con ella, y hablar las cosas de forma civilizada. Y al final lo conseguimos. No nos peleábamos. Y ella empezaba a confiar en mí. Pero cuando todo parecía ir bien. Un día sin más me dijo que ya no sentía nada por mí. Y eso me destrozó por dentro. Me dejó.
Yo quería irme y olvidarla, estaba furioso, después de todo lo que habíamos pasado y todo el esfuerzo que había hecho. Pero no puedo. Porque somos compañeros de piso. Estamos obligados a vivir juntos porque ya pagamos el alquiler de un año, y es irrevocable. Y no tenemos otro sitio donde ir.
Estoy obligado a verla todos los días, y es un infierno. Porque yo sigo, en el fondo queriéndola, y no soporto vernos tan distantes. Se lo he dicho, pero ella ha reiterado que no siente nada, y que mejor quedarnos como antes de estar juntos. Cada vez que la veo, quiero abrazarla, besarla y decirle que la quiero, pero me resisto por dignidad propia. ¡¡No puedo olvidar!! ¿Creéis que me quedan esperanzas con ella? ¿Y si no es así, como puedo olvidar a alguien que sigo viendo todos los días?
¿Algún consejo?
|
¿Sabes lo que cambiaría esta situación si tuvieras buena relación con tus padres? No te sería tan difícil alejarte, ni la mitad de lo que te está siendo ahora. El error, que por supuesto no te voy a echar en cara, es mantener esa relación mala con tus familiares.
Está bien que intentes buscar soluciones por ti mismo, pero nunca es tarde para arreglar esos problemas, que además, te van a venir muy bien para superar la ruptura. (A no ser que sean de una índole grave: maltratos, humillaciones, rechazo, etc.)
No a todas las personas se nos queda el sentimiento de "con todo lo que nos hemos esforzado" cuando nos dejan. Te has esforzado sí, y has aguantado carros y carretas. Y ella también se ve que se ha esforzado. Considera lo mucho que ha tenido que aguantar esos celos que eran muy propios de ella como una muestra de lo mucho que te quería. No cambiamos por cualquiera. Pero a veces las cosas terminan sin explicaciones lógicas, simplemente ya no lo sientes. Si de verdad te quiere, te facilitará las cosas para irte. Si no lo hace es porque mira más su ego que a ti mismo.
Puede ser incluso, que esa soltura con la que se pavonea por el piso, sin aparente afectación, se deba a la seguridad de que sigues ahí. Y cuando se vaya se le caiga el mundo a sus pies. Lo que sea, está claro que ahora no quiere nada. Y no podemos forzarla, sino todo lo contrario HAY QUE IRSE. Hay que irse, lejos, cero contacto, cero esperanzas. Porque arrepentir se va a arrepentir miles de veces, y te va a echar de menos. Pero ten presente, que si no está contigo es porque no te quiere. Es así de simple.
Para mí tienes dos opciones:
- Irte y volver a nacer. Hacer vida nueva, nuevo contexto, mantener tu mente ocupada en tus tareas del hogar, estudios o trabajo. Aceptar y cambiar de libro. Nada de páginas.
- Quedarte y matar la esperanza. Esta opción es muy difícil, pero posible. A veces cuando nos alejamos de una persona tendemos mucho a idealizarla y nos olvidamos de cómo era, las cosas malas, y por qué no, de las cosas que no me gustaban de su físico. Que aunque obviamente te atraería como nadie, hay cosas que no gustan y nos pueden ayudar a asimilar. Cuando ves a tu pareja todos los días, analizas la frialdad con la que te trata, sus manías, cómo inicia su nueva vida sin ti, como te tiene en cuenta en absoluto... empiezas a despertar. No puedes idealizarla, lo que es es tal cual. Pero el consejo es verlo desde otra perspectiva que no es la de enamorado.
Esta opción es muy complicada, y es posible que tenga un efecto no deseado, como es el placer al dolor.
Sin embargo, hay gente a la que le funciona. Sea lo que sea, haz un poco de introspección y elige la opción que sea más sana para ti.
Modo Hilado