Cita:
Iniciado por Elizabetta
Las cartas que escribimos a las personas con las que hemos terminado una relación amorosa sin dejar de estar enamorados, son un punto y aparte y pueden ser un arma de doble filo.
Yo las he escrito, he dicho lo que sentía, he dejado en el papel parte de mi corazón, pero nunca las he enviado.
Escribir una carta a corazón abierto, cuando este está herido y mandarla, es servirle nuestro corazón maltrecho en bandeja de plata a la otra persona, y eso es algo que no nos aporta nada y además no creo que la otra persona sepa valorar ese gesto, ni le vaya a prestar demasiada atención a nuestro dolor, ni vayas a obtener respuesta alguna de su parte.
¿Entiendes? En esta vida hay algo que debe estar por encima de nuestro amor por los demás y es nuestro amor propio.
Mi consejo, escribe cuanto desees, pero no lo mandes.
|
No estoy dispuesto a entregarle el último trozo de mi corazón. Seguiré tu consejo, escribiré una carta dirigida a ella y la quemaré en el jardín (cuando pare de llover porque en este país llueve hasta en las salas de cine).
Gracias