Dice un refrán muy sabio que “perro ladrador, poco mordedor”. Aplicado a tu caso, vendría a significar que las amenazas de tu pareja de ponerte los cuernos no se llevarán probablemente a cabo.
Ahora bien, yo pienso que en este caso es incluso peor la amenaza que la acción. Los cuernos, si uno no se entera, ni siquiera hacen daño. Pero que una persona con la que mantienes una relación sentimental esgrima esa posibilidad como amenaza me parece una falta de respeto imperdonable. Es por ello por lo que te aconsejo dos vías:
1. Haz como te dicen la mayoría de los foreros y mándala a freír espárragos (opción más recomendable que haría un tipo cabal)
2. Ponle tú los cuernos directamente a ella, sin amenazas previas (opción retorcida y canalla que haría un piratilla
)