Me acabo de enterar que me ha sido infiel

Elocin

Yo soy pro perdonar, pero depende del caso, y aunque es tu decisión, en el tuyo en concreto no perdonaría, y me explico.

Una cosa es que hablemos de un error puntual, y sobretodo, que el arrepentimiento le lleve a sincerarse contigo. En tu caso no ha pasado nada de eso. El error ha sido reiterado, por tanto arrepentimientos pocos, y si te has enterado es por tu mano, no por la suya.

Es una mujer que por lo que sea va a seguir presente en su vida, con lo cual la desconfianza, que se suele mantener al principio de perdonar, será más complicada de erradicar. Y una relación con desconfianza no avanza ni se arregla. Si bien es normal tardar en volver a confiar, es importante que se quiera y se pueda hacer. Si vas a tener siempre presente a esa tercera persona, es mucho más complicado rebasar ese bache.

Por otro lado, en un principio te dijo que no quería ni sabía si podía evitar más deslices.. Que ahora haya reflexionado en base a tu dolor, no indica realmente un cambio de opinión, si no más bien un cambio de palabras para evitarte daño. Es posible que también tema desprenderse de ti, que le haya dado miedo el cambio, que tema vivir por su cuenta tras tantos años o peor, que haya hablado con esa mujer y le haya dado la patada, y él use la situación a su favor, como que es por iniciativa propia el alejarse para arreglar lo vuestro. Entonces no es que quiera, es que no le queda otra. Y como es una persona de la actualmente no te puedes fiar, y tampoco puedes fiarte de ti misma, como mínimo veo aconsejable darte un tiempo de reflexión, sin él de por medio, antes de tomar decisiones importantes como perdonar o no perdonar.

El punto importante para que una segunda oportunidad tras una traición funcione, es diferenciar entre el perdón y el olvido. Olvidarlo nunca lo harás, pero el perdón viene a ser casi como olvidarlo, en el aspecto de que no deberás usar el desliz como reproche o arma, ni permitir que la culpa le haga humillarse. Aunque parezca lógico que tras algo así el infiel deba invertir los siguientes meses, o años, en demostrarte confianza, en volverse sumiso y\o detallista, romántico, cariñoso... No es justo y no demuestra nada en realidad. Entiendo que es más cómodo y da más confianza el verse de víctima a dueño y señor de la relación, que todo gire en torno a ti y a mantenerte tranquila.. Pero si somos realistas, a la larga no soluciona nada. El daño se ha hecho y si decides perdonar, reponer la confianza dependerá de los dos y en ningún caso estará justificado que él se humille o estés controlando todos sus pasos, por muy natural que parezca. Esa es la parte difícil del perdón, y no pasa nada por admitir que no se es capaz de realizar ese proceso.

Si te tomas un tiempo, y lo aprovechas con terapia por ejemplo, te será más sencillo terminar de decidir lo que quieres hacer y de lo que eres capaz. Primero deberías trabajar en esa dependencia, porque tal vez si consigues solucionarla te des cuenta de que realmente no deseas volver con él. O, si vuelves, será realmente para volver a construir algo sano, y no porque no veas otras opciones. Así que en ambos casos reflexionar es positivo.

No te recomiendo tomar esa decisión ahora, y tu misma admites que tus decisiones duran lo que dura la ira o el desazón.. Así no puedes acertar ni con toda la buena voluntad del mundo. No perdones por no estar sola o por miedo a volver a empezar, nisiquiera por el tiempo invertido. Si perdonas que sea porque realmente ves futuro y amor, por ambas partes.

No uses tu ira para hacer daño tampoco, no pagues con la misma moneda (no me refiero solo a serle infiel, si no a hacerle sentir miserable), ni actues esperando que le des pena. No cuentes con que reaccione como tú esperarías, porque es frustrante y tampoco sabes si sus decisiones se dan por pena. Y pena no es amor. De verdad, date tiempo, el necesario.

Y aunque el tiempo sea enfocado a arreglarlo, todo se ve más claro si os alejáis un poco. Si él aún no puede irse a otro sitio, pasa estas semanas en casa de tu amiga por ejemplo. Intenta no coincidir para que los sentimientos o el echar de menos, o la rabia, no influyan en tu reflexión.