Al caso. Como te han dicho te espera una temporada de dudas, de dolor, de llorar, de querer volver y de odiarle y amarle todo al mismo tiempo.
La realidad es que tenéis visiones diferentes de la vida, y aunque es triste que tuviera que darse cuenta tras tantos años, y con tantos planes comunes en marcha, no puedes hacer nada salvo seguir adelante, recuperarte y no reculear ante el miedo a la soledad, a tener que acostumbrarte a una situación totalmente nueva, y dejar atrás los proyectos y esperar a que surja el adecuado para volver a hacer programas. Que en ese aspecto, aunque ahora mismo ni lo quieras pensar, no debes cerrarte. Obviamente date tiempo, pero no temas que todos los hombres sean iguales porque no es así.
En cuanto a convivir con él estas tres semanas: haces de tripas corazón. Trata de coincidir lo menos posible, usa una habitación de sobra para tus cosas (una tele, el pc, leer) y evadete ahí (o que lo haga él). Yo tuve que estar así dos semanas mientras buscaba otra casa, claro que mi ruptura fue diferente y con menos rencor. Yo os recomendaría hablar para poner en orden el tema de la casa, o como mínimo que estas semanas la convivencia se de en términos aceptables. Y si no pasa por casa, en lugar de darle vueltas alegrarte de no verle.
Al final el tiempo pasa, ya verás que en breve podrás sentirte tranquila en tu casa. Y no le permitas que se quede más de lo que ha pedido, como si debes replantearte la idea de irte tú, pues lo primero es alejarte para empezar la recuperación.
Y ya por último, te aconsejaría que buscaras ayuda terapéutica. Necesitas hablar, desahogarte, soltar lastre y obtener ayuda para solventar la dependencia.
Muchos ánimos.
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