Ya estamos con las bofetadas. Si tú hubieras sido la infiel y él te hubiera sacudido a ti, que no te quepa la menor duda que le habrías demandado inmediatamente. Pero tú sí le puedes sacudir a él, claro, porque el hombre para estos casos tiene presunción de inocencia cero y no se puede rebotar ni defender. Como se castigara la bofetada de la mujer con la misma intensidad que se castiga la bofetada del hombre, más de una y más de dos tendríais las manos bien quietecitas. Recuerda que si él no se ha rebotado a ti, es porque sabe que ante la justicia tiene las de perder, pero seguro que ganas no le han faltado y siento decírtelo
Volviendo al tema de la infidelidad, vuestro matrimonio ya estaba muerto, así que nada que añadir. Hace tiempo que os tendríais que haber separado, él mismo ya admitió que no estaba seguro de seguir contigo. Y en un matrimonio no caben las dudas. O se ama al cónyuge o no se ama. Punto y final
|