Puede que él malentendiera tu tono. Por escrito es muy difícil expresar emociones, o la falta de las mismas.
Si crees que vuestro repentino alejamiento se debe a eso, y te interesa aclararlo porque quieres seguir conociéndole, simplemente retoma contacto y explicate. Es tan fácil (creo) como reflejar esto como una sucesión de malinterpretaciones.. primero tú al leer su comentario sobre la ranciedad (cierto que es una forma de hablar pero también se interpreta como reproche a algo que ya aclaraste que no ibas a hacer), y luego él al pensar que te enfadabas de más en tu respuesta. Explica que no te habías molestado tanto como pudo parecer, y listo. Dejarás la pelota en su tejado y tocará esperar que dé el siguiente paso.
En cuanto al "rancio" que pone en duda que la galería de las mujeres no sea una sucesión de selfies, decirle que tiene una visión de las féminas sumamente básica y superficial. Puedo decir sin temor a equivocarme que en mi galería de móvil, que se remonta al 2017, fotos mías, "actuales" (entiéndase por actuales como sacadas in situ en su año correspondiente) como mucho habrá diez. Y eso era así aún cuando estaba soltera. Lo demás son fotos de mis amigas, sus hijos, y mis animales.
Cierto que una persona puede sacarse fotos al momento, pero aquí ya entramos a hablar de coqueteo y conquista. No todos los días y en cualquier momento nos vemos guapas. Algunas veces no sentimos que podamos ofrecer nuestra mejor imagen, que es el propósito a la hora de conocer a alguien, sobretodo si hablamos de personas inseguras como bien podria ser mi caso. Si alguien me pidiera una foto ahora mismo, me negaría, salvo que tuviera mucha confianza y me diera igual que me viera con mi pijama viejo y los pelos como un espanto, por no hablar del chichón que me hice ayer en la frente al entrar al coche. Desde luego no es una imagen que mandaría a alguien a quien quiero conquistar y que aún no me ha visto a la cara, ni en los días donde más segura y confiada me siento.
Qué bien, en cualquier caso, que se juzgue a alguien por no tener doscientas fotos disponibles, pero no a quien de manera velada insiste en recibir más de lo que ya se le ha dado cuando ya se le había avisado que, por el momento, no habría más.
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