Cita:
Iniciado por Jose K.
También hay mucha diferencia entre unos funerales y otros. Yo nunca olvidaré el de mi abuelo, en el que el cura llegó tarde (vale, a cualquiera puede pasarle) pero al llegar delante de todos empezó a quejarse de que se había retrasado por culpa del funeral anterior tardaron muchísimo en traer al "cadaver" (sí, dijo "cadaver" varias veces. Todos en el funeral nos miramos unos a otros) y luego digo sus frases protocolarias sobre mi abuelo sin ningunas ganas, mientras yo no podía evitar pensar en el sinsentido de que en el último adiós de mi abuelo el que hablara fuera el que menos le conocía de la sala.
En el funeral de mi otro abuelo que no era creyente pedimos expresamente que no viniera ningún cura a voluntad suya, hablamos algunos amigos y familiares suyos sobre su vida , recitamos sus poesías... y vamos, mucho mejor (dentro de lo bueno que pueda ser un funeral claro). No fue nada parecido a "enterrar como un perro"
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Tuvistéis la mala suerte de que os tocó un cura de los más vagos y al que le importaba poquísimo cumplir su obligación. Los entierros y funerales religiosos que yo he visto no han sido así ni de lejos.
(Por cierto, por lo poco que recuerdo de estas cosas, estás hablando del responso en el entierro, no del funeral, que son dos cosas distintas).