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De todas formas es loable que a tus veinte años estés tan seguro de algo como para querer tomar una decisión así.
Quiero decir que estás en tu derecho de apostatar y alguna forma habrá de que lo consigas, aunque personalmente no veo el por qué de tanto esforzarse por ello, no le veo utilidad práctica.
Pero, como te podrían decir respecto a cualquier otra cuestión de la vida, no alardees demasiado de tener las cosas claras, ni desprecies tan a la ligera lo que esos curas te dijeron.
Que seas apostata no creo que tenga demasiadas consecuencias. Incluso si llegas a tener una novia que ese empeña en casarse por la iglesia porque es más bonito o porque sus padres insisten, creo que también basta con pedir un permiso especial y ya está.
Pero que quieres que te diga, se leen luego tantas barbaridades hechas a tus años (no digo que esto lo sea), que luego además las excusan diciendo que "fueron tonterías de la edad", que no extrañaría nada que dentro de veinte años digas "pues sí, me hice apóstata, pero ni me acordaba de eso, por algún sitio tendré el papel, me dio por ahí, una de esas cosas que se hacen a esa edad".
Pero nada, ya te digo, totalmente en serio, seguro que hay alguna forma de hacerlo.
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