Yo pienso que es un planteamiento en el que tan acertado pueda ser una cosa como la otra. Es decir, posiblemente no hay una sola opción correcta. En lo particular, creo que la vida está para experimentar y probar los caminos que uno quiera explorar, y que hay que perder el miedo a los (posibles) errores, que son los que nos hacen crecer. Lo que es claro es que por echar un discurso final nadie se muere, ni tampoco por no echarlo. Y tampoco pasa nada por no leer y no contestar o por bloquear. Es que en realidad, lo importante ni siquiera es cómo quedar con la otra persona (que es una persona que ya no pinta nada en tu vida) o lo que piense, o lo que diga, o lo que sienta, sino cómo gestionas tu vida, qué aprendes y por dónde quieres seguir de ahora en adelante.
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