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Yo considero que las celebraciones y festejos de este tipo deben hacerse con la propia afición, no en el campo del rival, menos aún cuando este se halla en una situación delicada, como es al borde del descenso. Me parece un tanto irrespetuoso y prepotente. Eso sí, eso no justifica la invasión del campo ni la actitud violenta de los aficionados del Español.
A raíz de esto, me gustaría también hacer hincapié en la forma de celebración de los goles que tienen algunos futbolistas, haciendo bailecitos, contoneos absurdos y otras memeces. Me parece que es una forma irrespetuosa de celebración y que en cierto modo supone una humillación para el contrario.
Cuando yo era apenas un chaval, hace ya décadas de ello, recuerdo cómo se comportaba a este respecto el jugador Enrique Castro Quini, uno de los mejores delanteros centros que han existido. Cada vez que marcaba un gol, se limitaba a levantar el brazo durante un instante, y nada más. Y cuando los periodistas le preguntaba que por qué no festejaba con más efusión los goles, siempre decía que ya bastante frustración tenía el rival por haber encajado un gol, para que él encima se pusiera a dar saltos y hacer aspavientos. Todo un caballero dentro y fuera del campo don Enrique Castro Quini.
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