Yo entiendo a tod@s l@s compañer@s que señalan que no se puede obviar lo que ha pasado, y que teniendo un problema con el alcohol como parece que tiene (porque se puede ser alcohólico y muy funcional), esté echando la culpa al empedrado, indica que ahí no hay madurez ni autocrítica como para darle una segunda oportunidad.
Pero los niños, por una parte, y la sensación de que puede que tú seas el único ancla que tiene esa mujer, me genera muchas dudas sobre cuál es la mejor opción. ¿Es totalmente imposible ayudarla a salir del pozo en el que está? ¿No hay ningún otro camino que no sea abandonarla?
Qué difícil es la vida a veces.
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