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Bueno, llegué a este foro después de buscar muchas cosas en internet, y me pareció adecuado contar aquí mi historia para obtener diversos puntos de vista. Es un poco larga pero espero poder resumirla y que alguien la lea. Siéntanse libres de comentar.
Soy hombre y desde que terminó mi último noviazgo formal hace unos 4 años decidí poner mi atención y empeño en la universidad y sacar adelante mi carrera, dejando las relaciones personales un poco de lado y conformándome con simple sexo casual con chicas que no me interesaban demasiado y cuya relación con ellas nunca pasó a más.
Hace aproximadamente un año en una clase me empezó a llamar la atención una compañera con la que posteriormente realicé prácticas de campo. La llamaré "K" para evitar futuras confusiones. Con el tiempo me dí cuenta que me gustaba y sin más le empecé a tirar la onda. Cabe destacar que tenía novio en aquel entonces, y por lo tanto nunca me aventuré a más con ella de momento.
Al regresar de la práctica de campo pasé varios días en su casa, realizando todo el trabajo que aún quedaba pendiente. Tuve la oportunidad de conocerla y de que me gustara más. Le coqueteaba y no se mostraba renuente. En la fecha de entrega del trabajo todo el salón fuimos por unos tragos y ahí traté de besarla. Me rechazó diciendo que no quería hacerlo por temor a confundirla. Tuve que irme porque al día siguiente viajaba, y ella permaneció en la reunión con los demás compañeros. Esta es una fecha importante.
A las dos semanas aproximadamente terminó con su novio. Ví la oportunidad pero no metí mucha presión por considerarla inestable. Ella sabía que me gustaba y yo sabía que no le era indiferente. Cuestión de tiempo.
Seguimos saliendo como amigos y a compartir más tiempo juntos. Ya saben, salidas a comer, a nadar, aquí y allá... Y yo comencé a insistir y a sentir algo fuerte por ella. Llegó el día en que le dije claramente que me gustaría intentar algo serio. Se puso incomoda y sólo acertó a decirme que ya salía con alguien por el momento. De momento me derrumbé, pero entendí y no insistí de momento. Ella se mostró aparentemente apenada por la situación asegurando que de verdad valoraba mi compañía y bla bla. Yo dije que no había problema. Trato de no hacer mucho drama en estos casos, pero no pude ocultar mi tristeza.
Poco después me enteré (sin preguntarlo siquiera) quién era la persona con la que salía. Nada menos que uno de mis mejores amigos de la carrera. Él sabía que ella me llamaba la atención y había notado mis acercamientos a ella. Y ella sabía que él era mi amigo. Ardí en celos. Me sentí herido en mi amor propio y me plantee la idea de no dejarme. No sé si fué por ardor o qué, pero antes de que ella me lo dijera yo ya sabía todo. Cuando se lo hice saber me dijo que lo lamentaba mucho, pero que las cosas se dieron y que todo iba sobre ruedas con él. Yo le dije que yo no me daría por vencido tan fácil, y que antes de que de verdad se decidiese tendría que probar algo de mí. Le robé un beso, y después más. Al principio se resistía pero después ya no pudo hacerlo. Así comenzó a salir con ambos, cosa rara y muy baja para mí, he de reconocerlo.
Entonces entró en escena otra chica, a la que llamaré "A". Ella era otra mujer de la carrera, guapísima y con novio, para no variar. Mi interacción con ella se había limitado hasta entonces al simple hola y adiós, alguna que otra tarea y hasta ahí. Me llamaba la atención, pero parecía perdida e irremediablemente enamorada de su novio.
Por el tiempo que todo eso pasaba con K, yo comencé a tratar más a A, e incluso a llevar la situación más lejos. Solíamos platicar por horas de cualquier cosa, logrando una confianza inaudita. Poco a poco nos fuimos gustando, y aunque la presencia obvia del novio opacaba la escena ambos hicimos caso omiso y dimos rienda suelta a la atracción que sentíamos uno por el otro. Así, K salía con mi amigo y conmigo, A salía con su novio y conmigo, y yo salía con K y con A. A sabía que yo salía con K, pero K de momento no sabía que yo salía con A. Un completo desastre. Las relaciones humanas son así, no me culpen. D:
Esto no se pudo mantener mucho obviamente. Al poco tiempo K me hizo un desplante por mi amigo que no toleré. La mandé muy lejos y la ignoré como por un mes. Me terminó buscando alegando que no podía permitirse perderme y después de mucho insistir accedí a seguir viéndola. Poco después se repitió el fenómeno, pero ésta vez con creces. Estando yo con ella, me dijo tajantemente que entre ella y yo había una barrera muy sólida que era mi "amigo". No necesité oír más y nuevamente la mandé a volar. Yo seguía saliendo con A mientras tanto.
Es difícil decir qué sentía yo o por qué hacía tales cosas. Empecé a encariñarme con A pese a que tuviese novio. Siempre me mostré indiferente a su relación y, por hipócrita que suene, la respetaba. Con ello me refiero a que nunca critiqué al novio ni nunca lo puse como idiota ni nada por el estilo.
Mientras tanto K se fué de viaje con mi amigo y yo decidí olvidar y concentrar mis esfuerzos en A. Qué cosa más absurda, lo sé. Me seguí encariñando con ella, pese a saber que era un callejón sin salida. Cabe mencionar que nunca le pedí que dejara a su novio por mí. Consideré que éso debía ser una cuestión de ellos dos.
K terminó con mi supuesto amigo y se dió a la tarea de buscarme de nuevo. Yo permanecí muy renuente e indiferente, pero al final acabé cediendo de nuevo ante mucha insistencia de su parte. Ella argumentó que se había dado cuenta de las cosas y que ahora sabía que yo era de verdad algo invaluable para ella. Le dije que me seguí gustando, pero que sin embargo yo ya salía con alguien más. Me dijo que era justo y que de momento no le molestaba y que podíamos establecer una relación sin compromiso directo, la cual perdura hasta ahora. Cometí el error de decirle que salía con alguien que tenía novio y aunque insistió en saber de quién se trataba nunca se lo he dicho. Sé que fué una gran metida de pata, porque estoy seguro de que sospecha de quien se trata.
Después de un tiempo de esta situación yo decidí irme de vacaciones una semana a la playa. Le propuse a A que fuese conmigo, y al negarse se lo dije a K. Ella accedió y nos fuimos de viaje. Al regresar, A se enteró por una tercer persona de lo ocurrido y estalla en celos. terminamos, y así se lo hice saber a K. Así que salí sólo con ella durante un tiempo. En alguna ocasión me preguntó si yo la quería como antes de que pasara lo de mi amigo. Le respondí que no, que la seguía queriendo pero que veía difícil la posibilidad de quererla tanto como al principio. Obviamente se sintió mal, pero me dijo que entendía y que haría todo lo que estuviese a su alcance para recuperar mi estima.
A y yo, pese a terminar, nos buscamos de nuevo muy pronto. Creo que empezamos a enamorarnos uno del otro. No pudimos estar lejos mucho tiempo uno del otro, aunque ella seguía con su novio. De esta manera seguí saliendo y teniendo sexo con ambas.
K se esmeró en recuperarme, empezó a mostrar verdadero interés. Se preocupaba por mi bienestar así como yo por el de ella. Mientras tanto la relación con A se volvió quizás un poco más intensa y sexual, pero debo reconocer que ha llegado el punto en que la aprecio más a ella que a K, ya que ha hecho cosas por mí que nadie más ha hecho antes.
Sin embargo últimamente A se ha puesto a hacerme escenas por cuestiones que antes resultaban absurdas. Diversas actitudes mías que antes no le afectaban ahora ya no las soporta, llegando al límite de ponerse francamente agresiva y grosera. Yo sé que toda relación pasa por ello, y también sé que soy necio y muy directo a veces, cosas que antes no ejercían ningún problema pero que en las últimas ocasiones que me he visto a A se nos han ido únicamente en pelear. Asegura que tiene problemas para con ella que afectan su estado de ánimo, y la última vez que la ví armó un problemón enfrente de mucha gente por algo sin sentido. Al llevarle un plato de comida me lo arrebató de las manos, enfadada y molesta. Yo igualmente me enfadé y va para la semana que no nos dirigimos la palabra.
Esta situación (salir con ambas) se ha venido dando desde hace aproximadamente medio año. No soy nada serio de ninguna de las dos, y creo sentir que a ambas las quiero. Nunca me había pasado algo así y me siento ridículo. Sé muy bien que la solución está en no inclinarse por ninguna de las dos, sino más bien por ninguna. Estoy por concluir mi carrera y sé que mis prioridades no están en esas mujeres. Quizás sea que le tengo miedo a la soledad... No sé.
Espero sus comentarios. Todas las opiniones bienvenidas.
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