Yo lo que me aplico (o intento aplicar) es repetirme las veces que haga falta que, independientemente de las razones que pueda tener la otra persona para alejarse, yo tengo que respetar su decisión de no querer seguir en la relación, porque finalmente, aunque duela y cueste asimilarlo, estar en una relación es algo voluntario.
Por respeto hacia la otra persona (aunque a veces no se lo merezcan) llega un momento en que tenemos que dejarlas en paz y dejarlos seguir con su vida sin nuestra presencia. Eso también sirve para que no nos volvamos seres molestos o para que no nos denuncien por acoso (con la reforma del código penal de 2017 no es tan difícil incurrir en este delito. Y ojo, que ya hay sentencias que han fallado que estar enamorado no es justificación).
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