Por contrapartida están las personas totalmente contrarias a las sin personalidad y que me exasperan aún más.
Son las que piensan que tienen una gran personalidad y están convencidos de ser lideres de su grupo o de cualquier asociación en la que participen.
Esto es lo que opina Peter Drucker sobre los "lideres".
No se trata de una personalidad magnética, eso puede ser sólo facilidad de palabra.
Tampoco de hacer amigos o influir en las personas, eso es adulación.
El liderazgo es lograr que las miras apunten más alto, que la actuación de la gente alcance el estándar de su potencial y que la construcción de personalidades supere sus limitaciones personales.
Leyendo a Peter Drucker, uno llega a la conclusión de que los dos tipos, el sin personalidad y el que cree tenerla y además carismática, se alimentan el uno del otro.
Sin el débil mental que adula para agradar y pertenecer a x circulo, no existiría el soberbio que cree ser un líder nato y viceversa.
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