Al final tu idea no era sólo asegurar una erección, o sólo lo fue al comienzo, ya que después te diste cuenta que tu desempeño era muy superior al habitual e incluso al normal de cualquier hombre promedio sano, es como si tomases esteroides y te declararas natural. La verdad es que caíste en tu propia trampa, ya que una vez dejes las pastillas, ella se dará cuenta de que algo pasa, y lo primero que se preguntará es si ahora te gusta menos. Ahí comenzarán los cuestionamientos y quizá vuelta a usar las pastillas mágicas, cayendo en un círculo vicioso. Si le cuentas la verdad, lo más probable es que piense que no te gustaba tanto y que por eso necesitabas ayuda de una pastilla, le herirás el ego y todo acabará. Al menos no es tu novia ni estás enamorado de ella, ni viceversa, así que te servirá de experiencia.
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