Cita:
Iniciado por Almafuerte
Baia baia...el "amiguito".
En fins. No se si es "normal" o no, a mí me pasaban cosas parecidas casi hasta el año de mi historia absurda...y ni por lejos pasé lo que tú ni aguanté lo que tú.
Así que sí...debe ser normal. Lo mismo que la "pereza" por pensar siquiera en encontrar alguien para algo en serio, que se ha quedado conmigo y motivó mi primer post, aquél de "se averió mi maquinita de querer".
A lo mejor es que ésto no es más que el síntoma, y acumulamos cosas de más profundo, de antes.
Mucho antes, y todo se mezcla.
A lo mejor es que el corazón de verdad se cansa.
A lo mejor es que de viejos nos ponemos maricones, y ya nos da miedo todo y necesitamos dos bofetadas para espabilar y empezar de nuevo a agradecer todo lo bueno que tenemos, que hemos conseguido y construido, los seres queridos maravillosos a nuestro alrededor, nuestra salud, todo.
Por tener la nariz pegada a un árbol perdemos la capacidad de ver el bosque, nuestro bosque.
No sé, colega, porque a mí también me pasa. Pero ya no tiene nombre y apellido en mi caso, es un estado global.
No es depresión, no es conformismo.
Tal vez es apalancarse en nuestra zona de confort y negarnos a salir.
Paso olímpicamente de contar todo esto también a un extraño...paso de considerar éstos mambos mentales como "problemas", siquiera.
En algún momento sacaré mi culo de la silla y le echaré un par de huevos estoy segura, que es lo que hace falta en definitiva pero ahora... ahora mismo no. Estoy cómoda.
|
Bueno Alamafuerte, estaba claro que una persona con el nivel de empatía que tienes tú había pasado lo suyo... Y que te haces la dura también
Pienso, después de mi última experiencia "religiosa" que hay que permitirse equivocarse siempre. Que a veces nos vemos que somos ya maduros y pensamos en cómo nos hemos metido en una situación así y como no lo superamos si ya somoerosnas adultas con responsabilidades.
Y ahí está el error. Cada vez que uno se enamora vuelve a los 15. Y pierde el control. Es lo bonito, no? Y una vez que te pillas cuesta lo suyo salir de ahí. Y todos tenemos momentos en los que somos vulnerables.
Es cierto que de amor nadie se muere, pero sí puede dejar estás secuelas, de excepticismo y desilusión. Pero yo pienso que es que cuanto más mayores nos hacemos, más nos duele todo...