Te voy a decir 2 cosas, la primera y cierta porque lo he visto y veo a diario es que no vas a poder sostener la idea que tenés de que tu hija pueda tener acceso a las redes cuando tenga más edad, ni siquiera te digo que vaya a llegar a los 18 años "libre" de esos medios virtuales (eso sacátelo de a cabeza Ya porque no va a pasar) y como sé que tenés un flor de problema a diario con ella por éste tema te propongo lo siguiente:
Que hables con ella una vez más y que juntas (vos al lado de ella) compartan lo que esa adolescente tenga curiosidad de ver, porque si bien es cierto que hay mucha porquería en las redes, ella tiene acceso a eso mismo si quisiera por los medios con los que ya se maneja, entonces no es que está hoy 100% segura porque no tiene su propio canal o todo lo que los adolescente manejan habitualmente, sino que sos Vos la que se siente más segura creyendo que está salvo porque sólo tiene whastapp, y correo electrónico y eso de que está "a salvo" te puedo asegurar que no es real, y no te quiero meter más miedo ni paranoia, pero he conocido un caso bastante pesadito de acoso que se dió precisamente por correo electrónico, así que atención con los supuestos peligros que sólo están en redes más masivas.
Lo otro que hay que decir es que éstas generaciones ya se han gestado en éstas nuevas formas y maneras de comunicarse, además de que sus años actuales/generacionales y vivenciales no son los mismos que los nuestros a esa misma edad, y si uno como padre/madre o adulto responsable ha hecho las cosas bien, es difícil que los hijos defrauden, y sería muy justo y sano que también se confiara en el buen criterio de ellos/ellas y en lo que supimos inculcar a lo largo de la crianza que se les ha prodigado.
Es una adolescente nadie lo va a negar, pero eso no significa que no vaya a saber como conducirse si sabe lo que sí es válido y lo que no, y si vos estás a su lado advirtiéndole y brindándole apoyo para que confíe y acuda a vos en caso de que se sienta confundida o intimidada por alguna situación que la incomode o supere a la vez que también vas trabajando tus propios rollos y miedos con respecto a éste tema, creo que salen ganando ambas, y hasta tal vez (muy probablemente) el león después de todo no sea tan fiero como te lo imaginás.
Yo confío profundamente en los adolescentes más allá de que trabaje con ellos hace años y que tenga hijos que están dentro de ésta franja etaria, y te aseguro que hasta el día de hoy no ha habido uno/a que me haya defraudado o decepcionado por sus propias decisiones y o elecciones. Ánimo que nada es para siempre!