Puede que seas la madre y tengas una autoridad que ella deberá acatar pero hasta que punto unas reglas podrían empujarla a buscar fuera lo que no puede tener en casa conduciéndola a rebelarse y volver la relación entre ambas conflictiva.
Siempre serán mejores las concesiones en un entorno seguro bajo tu supervisión que fuera de toda precaución en quién sabe dónde y con quién.
La idealización de la infancia cuando hablas de su inocencia puede que te haga intentar prolongarla más de lo posible o recomendable con medidas como esta que encima la aislan o la excluyen de su grupo de amigos en una etapa donde comienza a formar su identidad individual.
De algún modo quieres que en ella haya la permanencia de una niña que, sin embargo, ya ha crecido y continuará haciéndolo.
La (hiper)sexualización será esa cosa que te robará tu niña pero esa sexualización ha estado ahí como proceso natural porque desde niños comenzamos a explorar y conocernos y continuará de cuaquier forma camino a volverse mujer.
Sobreprotegerla la lascera y castra u obstruye la preparación que sería mejor que tuviera para en la medida de lo posible estár preparada para un mundo por enfrentar.
No se trata de permitir todo, la idea es involucrarte para guíar y supervisar tal vez hasta como un proceso de desarrolllo en el que comparten juntas este aprendizaje y transición.
Ahí es la oportunidad para concientizarla de los peligros que supone la red puesto que no todo es diversión y popularidad.
Como puedes ver, a pesar de lo que ve y escucha en casa, ya tiene una influencia externa que en los tiempos que corren es casi que inevitable y no puedes ni debes pretender tapar el sol con un dedo.
Podrías concederle Instagran bajo la condición que no puede publicar selfies o fotos personales, al menos al inicio, solo de objetos y lugares y con Tik Tok, lo mismo.
Eso de salir a cuadro y ser youtuber o hacer directos en Insta, Tik Tok, Facebook y demás, no puede, es una niña.
Tal como quiere ya explorar mundo, va siendo hora de hablarle del acoso y hostigamiento, la trata de personas y menores, la pedofilia, el robo de identidad y todas las cosas que alguien "mayorcito" tiene que saber acerca de la cruda realidad y la vida, además del apego a las pantallas y la adicción a la dopamina que ello ocasiona con la consecuente necesidad y dependencia de respuestas de recompensa en nuestro cerebro para evitar la ansiedad y el aburrimiento.
La propia red te ofrece artículos, videos e información sobre este tipo de cosas y podrían incluso verlos juntas en donde ella misma, una vez que sepa lo que parece ignorar, comprenda y acepte por sí sola que más vale ser cautos y andarse con cuidado en esos rubros pero sin caer en paranoias o medidas prohibicionistas que te conduzcan a invadir su privacidad de lo cual, por muy hija y muy niña que sea, también tiene derecho.
Y en todas las redes sociales, mientras sea menor de edad, su perfil tiene que ser privado y solo admitir contactos que conozca en persona y a quienes tiene en sus contactos porque les ha proporcionado personalmente su correo electrónico.
De todos modos, para menor vida virtual, tienes que compensarlo con más vida y actividad real.
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